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Desgracias ajenas, igual a, llenar el bolsillo

Desgracias ajenas, igual a, llenar el bolsillo

Hace unos días nos llegaba la más que sorprendente noticia de la reaparación de una chica desaparecida hace ocho años en Austria, un caso muy misterioso que de inicio conmocionó a Austria y que ha llegado a convertirse de elevado interés internacional.

Natasha Kampush, la chica de la que hablamos, fue secuestrada a los 10 años, una amiga que iba con ella indicó que se la llevaron en una furgoneta. Tras intensas tareas de búsqueda durante años, no se consiguieron resultados, incluso se dio por muerta a Natasha hasta el punto de que, en el año 2004, se realizaron excavaciones en el fondo de un lago sospechando que ahí se encontraba el cadaver.

Ocho años después de haber sido secuestrada consiguió escapar de su captor, el cual se suicidó al conocer que Natasha se había escapado.

Ahora, por supuesto una noticia así no puede escapar de los cazadores de la prensa mediática, y la cadena de televisión austriaca ORF la entrevistó ante las cámaras para que contase su experiencia. Por supuesto esa entrevista no sólo era un trabajo periodístico de difusión de la información, sino que es también un gran negocio, pues cadenas de todos los países están adquiriendo los derechos de emisión de la entrevista, por ejemplo, en España ha sido Antena 3 la cadena que ha comprado los derechos de emisión de las imágenes para el territorio español. Sin duda es todo un negocio, pero... ¿nadie se da cuenta que se trata de la desgracia de una persona que además nunca va a recuperarse de ella psicológicamente? El de Natasha es uno de tantos ejemplos que demuestran que la prensa "se alegra" de que ocurran desgracias para convertirlas en dinero. Si no cobrasen tanto por dar la información... ¿la darían?, ¡vamos! ¡que va a resultar que esto es la Kampush Party!

1 comentario

SuperManzana -

Me parece vergonzoso lo que es capaz de hacer la prensa por pasta...pero hay tantos circos mediáticos que juegan con los sentimientos de la gente que parece que uno más no nos sorprenda...¿nos estamos deshumanizando? yo creo que si.

Besos